Inicio temprano y exclusividad de la lactancia materna: efectos sobre la mortalidad y la morbilidad del recién nacido y lactante

«La lactancia materna es algo que va más allá de un nutriente, es calor, es amor, es madre, es sobretodo vínculo»

Revisión del artículo: 1) Momento de inicio de la lactancia materna y exclusividad de la lactancia materna durante el primer mes de vida: efectos sobre la mortalidad y la morbilidad neonatales: una revisión sistemática y un metanálisis”.

2) “Calendario de inicio, pautas de lactancia materna y supervivencia infantil: análisis prospectivo de datos combinados de tres ensayos aleatorios”.

En su formato original: 1) Timing of Breastfeeding Initiation and Exclusivity of Breastfeeding During the First Month of Life: Effects on Neonatal Mortality and Morbidity—A Systematic Review and Meta-analysis.

2) Timing of initiation, patterns of breastfeeding, and infant survival: prospective analysis of pooled data from three randomised trials.

Bajo el contexto mundial de las aproximadamente 3 millones de muertes de recién nacidos en el año 2012 y la lenta reducción que tuvo en el año 2015 (2-7 millones), de los cuales más de la mitad ocurrieron dentro de la primera semana de vida, es que las intervenciones tempranas en el postnatal toman importancia, sobretodo la iniciativa natural y sencilla de la lactancia materna temprana y exclusiva, cuyo impacto es de nuestro  interés. La iniciación temprana se define como el inicio de la lactancia materna dentro de la primera hora del nacimiento, respecto a este dato, las tasas estimadas entregadas en el artículo sugieren que menos de la mitad de nacimientos vivos en América Latina implementan este cuidado esencial del recién nacido.
El propósito de los artículos fue describir el efecto de (1) iniciación temprana o tardía de la lactancia materna y (2) lactancia materna exclusiva frente a otros tipos de alimentación sobre la mortalidad y morbilidad neonatales (sepsis, infecciones respiratorias y gastrointestinales) entre una población normal de bebés, excluyendo investigaciones en subgrupos especiales como, el bajo peso al nacer o los bebés prematuros. Todos los estudios incluían también medidas para reducir el riesgo de causalidad inversa, es decir, el riesgo de que una enfermedad grave preexistente del recién nacido retrasara o impidiera la lactancia materna.
Para esto realizaron búsquedas de todos los documentos disponibles en la base de datos Cochrane y PubMed, obteniendo 11 artículos provenientes de Asia, América y África. Por otro lado, se analizaron 3 estudios de cohorte, es decir, observacionales y de estadística, relacionado con pruebas de vitamina A neonatal para evaluar los efectos protectores de iniciación temprana de la lactancia materna, en los países Ghana, India, y Tanzania.

Los resultados obtenidos fueron los siguientes: los recién nacidos que comenzaron a amamantar después de la primera hora de vida, tuvieron dos veces el riesgo de morir en el primer mes de vida en comparación con los amamantados en la primera hora. El meta-análisis también mostró que los neonatos que fueron amamantados por primera vez después de 24 horas de nacimiento, tenían un mayor riesgo de mortalidad en comparación con aquellos amamantados dentro de las primeras 24 horas.
Estudios de países en desarrollo demostraron que, las tasas de mortalidad fueron significativamente más altas entre los neonatos parcialmente amamantados que entre los que estaban exclusivamente amamantados. Por otro lado, los neonatos no exclusivos de lactancia materna, tenían un riesgo significativamente mayor de mortalidad por infecciones o sepsis en comparación a los que sí eran alimentados de forma exclusiva. Además, tenían un riesgo significativamente mayor de sufrir infecciones respiratorias agudas y diarrea. Dentro de las limitantes encontradas durante la investigación, los datos disponibles no profundizaban en la comparación de la lactancia materna predominante frente a la exclusiva en relación con la morbilidad y la mortalidad en el primer mes de vida.

Como bien se ha informado últimamente, la iniciación temprana de la lactancia materna también tiene otros beneficios tanto para las madres como para los lactantes, incluida el fortalecimiento de la vinculación materno infantil y la reducción del riesgo de hemorragia e infección posparto, ya que contribuye a la liberación de oxitocina, aumento de la actividad uterina y estimulación de la leche materna.

La promoción efectiva de estas prácticas podría conducir a una reducción importante de la mortalidad neonatal, dadas las bajas tasas de cobertura actuales. Se ha estimado que una quinta parte de todas las muertes neonatales podrían prevenirse mediante la iniciación temprana de la lactancia materna en la primera hora después del nacimiento.

Este esfuerzo supone la promesa de reducir la mortalidad durante los seis primeros meses de vida, el período de mayor vulnerabilidad en la infancia y el aumento de la duración de la lactancia materna exclusiva, con sus otros beneficios adicionales para la salud y el desarrollo de los lactantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, recomiendan que la lactancia materna se inicie en la primera hora después del nacimiento (paso 4) y que los recién nacidos no reciban otros alimentos o líquidos (paso 6) como dos de “Los diez pasos para lograr una lactancia exitosa”.

  1. Khan, J., Vesel, L., Bahl, R., & Martines, J. C. (2015). Timing of breastfeeding initiation and exclusivity of breastfeeding during the first month of life: effects on neonatal mortality and morbidity—a systematic review and meta-analysis. Maternal and child health journal, 19(3), 468-479.
  2. NEOVITA Study Group. (2016). Timing of initiation, patterns of breastfeeding, and infant survival: prospective analysis of pooled data from three randomised trials. The Lancet Global Health, 4(4), e266-e275.

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